Comentarios:

Déjese llevar por el primer impulso y que unas simples palabras, las primeras que tenga en la punta de la lengua, fluyan, converjan, se entremezclen y escriba, escriba lo que se le ocurra, al instante, o en algún rincón de su tiempo(si es que quiere pensar lo que va a comentar)
¡Muchas Gracias!

Pablo.-

Datos Personales y Contacto:


CONTACTO:
tablotres@hotmail.com
Jesús María, Córdoba, Argentina
Tel.: 03525-426079

PABLO M. PREZ


martes, 11 de septiembre de 2012

s/t - Mixto sobre Bastidor 70x50

 
 
 
     - ¿Me dice usted esto por lo de Diderot?
    -No. En realidad, en realidad no se trata aquí de Diderot. No se mienta usted a sí mismo. El que se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras, acaba no sabiendo distinguir ninguna verdad, ni en sí mismo, ni a su alrededor. Y entonces no siente ya ningún respeto, ni hacia sí mismo, ni hacia los demás. No respentando ya a nadie, deja de sentir amor. No sintiendo ya amor trata de ocuparse y de distraerse, se deja arrastrar por la pasiones, por los placeres groseros y materiales, y se hunde en sus vivios hasta la bestialidad. Y todo esto le viene de mentir continuamente, de mentirse a sí mismo y de mentir a los demás. El que se miente a sí mismo es el primero en ofenderse. Porque a veces resulta muy agradable darse por ofendido, ¿ No es cierto?
     -¡oh bien aventurado, deme su mano a besar!
Fedor Pavlovitch se levantó de un salto y besó rápidamente la seca mano del starezt.
    -¡Es así mismo, sí, es así mismo! Le da a uno mucho gusto sentirse ofendido. Nunca he oído hablar tan bien a nadie [...]
 
Fiodor Dostoyevski, Los hermanos Karamazov (Fragmento) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario