el viento aumentaba el frío. Ahora yo quiero una ola, pintar una ola. Descubrirla por sorpresa. Tiene que ser la primera y la última. Una ola blanca, sucia, podrida, hecha de nieve y de pus y de leche que llegue hasta la costa y se trague el mundo. Para eso ando por la playa.
Juan Carlos Onetti, Dejemos hablar al viento (fragmento)
Es maravilloso! Debe ser así lo que imagina Onetti en ese fragmento.
ResponderEliminaruff! está buenísimo.
Saludos!
Algo que fluye, esperando dos días y apareció...latente y sin control, al final surgió...ojalá vengan más olas.
ResponderEliminarGracias por tus palabras!
Ola...cuando estaba por destruirlo todo se congeló por la frialdad humana. Se congeló su inmensidad, su podredumbre, sus llamas de fuego, y su voraz deseo de terminar con la única cosa que la motivó a la vida.
ResponderEliminarFue la primera y la última ola que visualizó esa tarde y la pintó.